Atiquifobia: el miedo a fracasar
Todos fracasamos en mayor o menor medida y, rara vez, las cosas salen exactamente como creíamos que sucederían. Incluso cuando todo va mejor que nunca, puede ocurrir algo pequeño e insignificante que devore en un segundo todo lo que ya habías conseguido.
Las diferencias entre estrés y distrés
Como todo hijo de vecino, yo también paso por temporadas de mucho estrés. Hago muchas cosas al cabo del día, lo cual me previene de caer en estados de abulia, apatía o depresión, pero tengo que tener mucho cuidado con esto de “no pasarme haciendo demasiadas cosas” o de lo contrario se me desquilibra la balanza y acabo de los nervios con un millón de listas de tareas por hacer. Los famosos “pendientes”, de los que no se cuelgan de las orejas (ni de ningún otro sitio) y que son capaces de amargarte la vida en un plis.