Psicoterapia de elección en Trastorno Límite de la Personalidad (TLP)

La terapia dialéctico conductual (TDC) es una terapia psicológica desarrollada por Marsha Linehan para tratar específicamente los síntomas característicos del trastorno límite de la personalidad: inestabilidad afectiva, trastorno de identidad, impulsividad y dificultades en las relaciones sociales. ⁠Surge de la insatisfacción de Linehan y sus colegas con los resultados que obtenían de la aplicación de la terapia cognitivo conductual en poblaciones de pacientes multiproblemáticos, y utiliza técnicas propias de la terapia individual pero también de la grupal, para capacitar a las personas a aprender y utilizar nuevas habilidades que les ayuden en el desarrollo de una vida que merezca la pena vivir.

La TDC pertenece a la llamada TERCERA GENERACIÓN DE TERAPIAS PSICOLÓGICAS que, haciendo énfasis en el contexto y la función, incorporan a los planteamientos conductuales y cognitivos clásicos conceptos como la atención plena, los valores, o la aceptación. ⁠
El tratamiento consiste en un paquete que incluye procedimientos de exposición, moldeamiento, activación conductual, rol playing, instrucciones y autoinstrucciones, visualización, asertividad, autoestima y habilidades sociales. Se trabaja fundamentalmente validando la experiencia emocional del paciente, con una perspectiva no enjuiciadora.⁠

Esta terapia fue inicialmente desarrollada para el tratamiento de personas con conductas suicidas y trastorno límite de la personalidad, y aunque actualmente es el tratamiento de primera línea para esta población, se ha aplicado con éxito en otros trastornos como la depresión o el abuso de sustancias.


¿Cuáles son las principales funciones de la terapia dialéctica conductual?

  1. Aumentar las capacidades, por ejemplo, las relativas a la regulación emocional, el centrarse en el aquí y ahora o las habilidades interpersonales.

  2. Generalizar las habilidades, es decir, que lo aprendido en consulta sea aplicado en contextos naturales de la vida diaria. En este sentido el coaching por vía telefónica es una herramienta útil.

  3. Mejorar la motivación y reducir las conductas disfuncionales, un objetivo ambicioso dada la complejidad de la población de pacientes a los que va dirigido el tratamiento. Algunas técnicas implementadas en consulta ayudan en este sentido, por ejemplo, llevar una tarjeta diaria de autoregistro.

  4. Mejorar y mantener las capacidades y motivación del terapeuta que constantemente se ve retado por el desafío profesional que representa una persona con trastorno límite de la personalidad. Para esta función las reuniones semanales del equipo de terapeutas que se aconsejan son de gran ayuda.

  5. Estructurar el ambiente, de forma que lo que rodea al paciente contribuya a alcanzar los objetivos terapéuticos y no se convierta en un reforzador de conductas desadaptativas.


Desde la perspectiva de la TDC la disfunción principal de los pacientes límite es la incapacidad para regular el afecto, incapacidad de la que se derivan la mayor parte de los síntomas característicos del TLP. ⁠Por eso la TDC actúa principalmente sobre cuatro grupos sintomáticos: ⁠

▶︎ Confusión acerca del yo ⁠
► Impulsividad⁠
▶︎ Caos interpersonal ⁠
▶︎ Inestabilidad emocional⁠

El objetivo es ayudar al paciente a poner en marcha conductas funcionales y adaptadas, incluso cuando está experimentando emociones muy intensas. ⁠

No es un tratamiento corto, como el que se aplica desde las terapias de tercera generación a otras situaciones más frecuentes y concretas de ansiedad o depresión.⁠
La TDC tiene al menos dos años de duración y se entiende que finaliza cuando el paciente es capaz de construir "una vida que merezca la pena vivir".⁠
⁠Es costoso, duro, áspero y tiene fluctuaciones, pero la terapia funciona y merece la pena que lo intentes porque se trata de ti, ¡de tu vida!⁠.

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