¿PODEMOS SUPERAR UNA INFIDELIDAD?
Una infidelidad puede resultar devastadora para una relación o ser una diferencia que se puede superar. Cuando nos ocurre, averiguar qué va a pasar exactamente con nuestra relación es bastante difícil porque va a depender de muchas variables y muy pocas de ellas estarán bajo nuestro control. Lo que sí parece claro es que cuando una pareja nos ha sido infiel nuestro pequeño mundo salta en pedazos, perdemos la confianza y además del daño emocional que nos causa la traición, tenemos que empezar a lidiar con el miedo que nos produce la posibilidad de que vuelva a sucedernos de nuevo lo mismo (ansiedad anticipatoria). Pero lo cierto es que por muy dolorosa que pueda ser esta circunstancia, una pareja puede recuperarse de una infidelidad aunque no es una tarea fácil en absoluto.
¿POR QUÉ OCURREN LAS INFIDELIDADES?
La infidelidad puede ser una especie de bandera roja con la que se pretende llamar la atención y hacer patentes las deficiencias de una relación. Cuando las personas no tienen habilidades o no cuentan con estrategias de afrontamiento más sanas y funcionales para abordar estos problemas, se comportan de manera infiel. Probablemente no sea algo justifIcable, pero sí es algo del todo comprensible. También sucede cuando se hace un mal uso de la confianza que se deposita en la otra persona produciendo así sentimientos desagradables como traición, confusión, celos, inseguridad y baja autoestima.
Definir qué es y qué no es una infidelidad tiene un punto bastante personal. Por eso es necesario que quede claro al sentarse las bases de una relación que expliques qué esperas de la otra persona y viceversa. Lo que para ti es una infidelidad irreconciliable para la otra persona puede no serlo, así que conviene hablarlo previamente y estipular unos acuerdos mínimos, unas condiciones en la que ambas personas estén cómodas y se sientan seguras. Puede haber discrepancias y qué duda cabe que no será la conversación más cómoda de tu vida, pero en ella podrás manifestar y observar los valores y creencias que ambos tenéis sobre cómo debe ser una relación satisfactoria.
Existen un sinfín de teorías que intentan entender y dar explicación a por qué se cometen infidelidades. Por un lado están las antropológicas y biológicas que hablan de que la monogamia no es el estado natural del ser humano o todo lo contrario, que es recomendable y una estrategia evolutiva que nos ha permitido desarrollarnos y prosperar. Por otro tenemos todas aquellas que hablan del apego y ponen el énfasis en cuál ha sido nuestra historia de aprendizaje, cómo hemos aprendido a vincularnos con otros seres humanos. Creo que todo influye, tanto lo que nos configura como especie como lo que nos hace ser quienes somos a un nivel muy personal. Combinar todos estos factores biológicos, culturales y de aprendizaje personal, es lo que nos hace comportarnos como lo hacemos y la infidelidad no es más que eso: una conducta que, como todas las demás, tiene una función y se puede modificar.
He aquí algunos motivos sobre los que ha habido consenso para explicar por qué se ocurren las infidelidades dentro de una relación de pareja:
1. AUSENCIA DE COMUNICACIÓN
Ya os anunciaba antes, que hay conversaciones incómodas pero que es muy conveniente mantener. Muchísimas parejas no hablan jamás de cómo quieren, necesitan o esperan que sea su relación. Tampoco comprueban con cierta periodicidad cuál es el estado de la misma, a dónde se dirige y si están satisfechas con lo conseguido. Es importante compartir esta información y renovarla cada cierto tiempo si fuera necesario. Dar la relación por sentada es un error muy común que termina por matar la confianza y es ahí donde se abre un espacio para las infidelidades de todo tipo, no solo las de índole sexual (lee más sobre otros tipos de infidelidad en este enlace).
2. GESTIÓN EMOCIONAL DEFICIENTE
Algunas situaciones o desencadenantes, pueden llevarnos a sentir emociones realmente abrumadoras. Cuando nos sentimos inseguros crece dentro de nosotros un desazón que buscamos hacer desaparecer rápidamente. Buscamos aprobación y validación rápidas, sentirnos queridas, deseados, y puede que la conducta de infidelidad, al menos a corto plazo, nos proporcione esa tranquilidad que buscamos. Lamentablemente, a largo plazo no soluciona nada, porque el origen de nuestro malestar está en otro sitio. Es algo que debemos aprender a afrontar y solucionar sin caer en la evitación que supone la infidelidad, una conducta que a la larga no sólo no soluciona el problema sino que puede hacerlo crecer y dejarnos con grandes pérdidas.
3. BAJA TOLERANCIA AL ABURRIMIENTO Y LA MONOTONÍA
La monotonía, el aburrimiento, los momentos de silencio, etc. forman parte de una relación consolidada. Existen rutinas llenas de bondades para una pareja, pero si tu tolerancia a estas situaciones o emociones es baja o si tus creencias sobre cómo debería comportarse una pareja no son muy realistas, puede que tengas problemas en este aspecto y que la hora de gestionar el aburrimiento y la monotonía optes por realizar algún tipo de conducta infiel para “ponerle sal” o algo de aventura a tu vida. Si realmente valoras lo que tienes con tu pareja, para y piensa que te aportan las aventuras a corto y a largo plazo y toma una decisión consciente.
4. SENTIMIENTO DE NECESIDADES NO CUBIERTAS
Los seres humanos nos estamos creando expectativas sobre todo lo que nos rodea, y además lo hacemos todo el tiempo así la vida en pareja no es una excepción. Por el motivo que sea, cada unx de nosotrxs tiene una visión de cómo debería ser una pareja feliz y bien avenida. Este conjunto de creencias puede aparecer ya en la infancia, nacen de lo que observamos en nuestros padres y después evaluamos como bueno o malo, también se van formando a partir de nuestras propias experiencias vitales. Es conveniente evaluar si nuestras creencias son más o menos realistas con cierta periodicidad y ponerlas a prueba. Las creencias son la base de muchas expectativas que pueden estar siendo desajustadas e irreales. Entender la relación desde este punto e vista probablemente te hará sentir déficits y carencias y es probable que bajo estas premisas justifiques una aventura sexual o una relación paralela.
5. FALTA DE MADUREZ EMOCIONAL
El amor es algo sencillo pero que puede hacerse complejo de vivir. Muchas veces nos abruma por la intensidad con la que lo sentimos tanto cuando nace como cuando muere y es en ese torbellino de emociones donde a veces nos perdemos. La falta de experiencia y madurez, junto con esas expectativas y creencias desajustadas, pueden hacernos ver que una relación está acabada cuando simplemente se está transformando. Las relaciones evolucionan, cambian y lo hacen a través de discusiones, crisis, etc. Todo eso no solo es normal sino que además es bueno que ocurra. Sin embargo hay personas que tienen la creencia de que cuando se discute no hay amor, cuando la cantidad de las relaciones sexuales disminuye no hay amor, cuando no se está de acuerdo en todo no hay amor…
Realmente es necesario que hagamos una revisión de los mitos sobre el amor y la sexualidad que nos acompañan desde la infancia y que muchas veces han echado a perder una buena relación.
Recuerda que lo único que nunca cambia es que todo cambia, y es bueno que así sea. Significa que estamos vivos y que tenemos la oportunidad de aprender y crecer. En las relaciones también.
UNA VEZ QUE HA OCURRIDO ¿SE PUEDE SUPERAR UNA INFIDELIDAD?
No es nada fácil, pero sí, se puede. Se necesita estar dispuesto, preparada, para sentir lo que se siente sin intentar cambiarlo, modificarlo o eliminarlo. Es decir, hay que aceptar lo que ha ocurrido en toda su dimensión.
Una vez que pasas por este proceso de aceptación es el momento de decidir si vas a querer reconstruir la relación o darla por terminada. No hay opciones mejores o peores, solo lo que tú quieras hacer. Eso sí, en este punto se abre otra puerta a más emociones incómodas como la vergüenza, la culpa o el miedo a volver a ser engañada, traicionado.
Si decides continuar es fundamental que ambos aprendáis habilidades sociales como la asertividad para poder comunicaros con eficiencia a la hora de hablar de la infidelidad, pero también cuando se pongan sobre la mesa las nuevas condiciones y límites para la relación a partir del momento en el que decidís reconstruirla.
Es posible que en este punto os interese acudir a terapia para conducir mejor vuestras emociones y aprender habilidades que os ayuden en la gestión y solución del problema. Unx terapeuta cualificadx puede proponeros poner en marcha un pacto de conciliación que no es más que un contrato a través del cual os comprometéis a cumplir con una serie de pautas para que la relación comience a funcionar desde la comunicación y el apoyo mutuos y no desde el rencor y los reproches. Aquí es donde puedes dejar claro lo que quieres y necesitas de la otra persona sin conformarte con menos por miedo a romper o quedarte sola/o.
Si estás decidida, resuelto, a superar la infidelidad, es más que recomendable que gestiones previamente todas las emociones desagradables que se la situación haya desencadenado. No que barras debajo de la alfombra, que gestiones y depures, que dejes que todo eso pase por ti y te deje algún tipo de poso o aprendizaje. Esa traición ahora forma parte de ti y de la historia con tu pareja. Hacer como que nunca pasó no suele funcionar, por lo que de nuevo, GESTIONA.
Es en ese momento en el que aceptamos conscientemente que podemos dejar a un lado los reproches, los sarcasmos, las puyas. Es decir, que podemos seguir adelante y comprometernos en esa nueva relación que nace de la crisis que propició la traición. Es por ello que si decides superar y seguir adelante, te recomiendo que te centres en lo que vives en el presente, en los nuevos momentos con tu pareja. Aunque a veces la emoción seguirá ahí y te pedirá hacer o decir cosas que vayan en dirección opuesta a esta línea. Piensa en que hacerlo, ceder a lo que pide la emoción para aliviar el malestar, es algo que solo funciona durante unos segundos y que a la larga te aleja de tu propósito en lugar de acercarte a él. Es por ello que de nuevo aquí la gestión emocional será la herramienta más potente a tu alcance para superar estos momentos y continuar en la dirección que es valiosa para ti, para los dos.
¿SE VUELVE A RECUPERAR LA CONFIANZA?
Como dice la canción de Rosalía, la confianza es como un cristalito que una vez roto, puede recomponerse, pero nunca vuelve a estar exactamente igual que antes. Esto, a pesar de lo que pueda parecer, no es malo.
Retomar la confianza en base a unas nuevas normas en las que se tienen en cuenta lo que quieres, necesitas y cuáles son tus límites, puede ser mucho mejor que aquella otra confianza inicial ciega, sin condiciones y casi naif .
Volver a confiar en alguien que nos ha hecho daño en la línea de flotación es una tarea árdua y difícil, pero no imposible. Hacen falta toneladas de paciencia y, sobre todo, voluntad, pero finalmente la confianza puede ser devuelta a su estado original o incluso, como te comentaba, verse más reforzada que al inicio de la relación.
Para terminar, te dejo algunos puntos que puedes tener en cuenta para fortalecer la empatía y la confianza en tu relación de pareja en general, no solo tras una infidelidad. Recuerda que una buena relación de pareja se trabaja todos los días y que dicho trabajo nunca se debe dar por hecho o concluido. Dar por sentada la relación es uno de los llamados “4 jinetes del apocalipsis”, puede acabar con ella en muy poco tiempo. Por eso es mejor contemplarla como algo que crece, cambia, evoluciona, que debemos alimentar en cada momento si queremos mantenerlo sano, protegido y a prueba de incidentes.
① CONOCE A TU PAREJA: Las parejas son personas con su propia evolución y trayectoria vital. Nunca debemos pensar que tras los primeros compases de la relación está todo hecho al respecto. Actualízate y averigua si sabes cuáles son las metas y valores de tu pareja ahora. Existen juegos de cartas (y apps) para parejas muy chulos como los de John Gottman o Esther Perel que pueden ayudaros a actualizaros en este viaje de descubrimiento mutuo.⠀
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② CULTIVA LA ADMIRACIÓN: porque es la forma de amor más sana y gratificante. Alaba a tu pareja, ríe con sus chistes, elogia su inteligencia, su preciosa sonrisa o cualquier otra cualidad que posea y te enamora. Vale todo, también lo bien que le salen las croquetas!⠀⠀
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③ MANTEN LA CONEXIÓN: Haz saber a tu pareja que es valorada en las pequeñas cosas de la vida cotidiana. NO seas descuidadx ignorando las necesidades emocionales de la otra persona. Ayúdala siempre que puedas en cualquier cosa, desde lo más prosaico a lo más profundo.⠀⠀
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④ DEJA QUE TU PAREJA TE INFLUYA: Comparte tu poder, que las cosas no sean siempre como tú dices o cómo tu quieres que sean. Aprender a ceder en algunas ocasiones, es fundamental para la buena marcha de una pareja.⠀⠀
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⑤ SIEMPRE SUAVE: Las discusiones y diferencias de parecer son inevitables, eso no se puede cambiar. Lo que sí puedes modificar es la forma en la que se inician o se plantean. Suavidad y sentido del humor antes que agresividad y mala leche. Quéjate, pero con amabilidad, sin echar la culpa, sin juzgar.⠀⠀
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⑥ REFUERZA LA SENSACIÓN DE PERTENENCIA: Y esto es fundamental. Comprender y sentir que ambos, independientemente de si tenéis hijos o no, formáis algo que va más allá, que sois una familia, una tribu, un clan. Se trata de compartir una vida interior, una serie de valores fundamentales y de rituales propios fomentando un sentimiento de pertenencia a algo más grande que uno mismo.⠀