TWITTER, THREADS Y EL EFECTO DUNNING KRUGER

Hoy te quiero hablar de los sesgos cognitivos y más en concreto del sesgo de superioridad ilusoria o efecto Dunning Kruger, que de manera muy resumida sería algo así como la tendencia que tienen algunas personas con habilidades limitadas en ciertas áreas a sobreestimar su propia competencia en esas áreas debido, básicamente, a una falta de conciencia sobre su propia incompetencia. En otras palabras, la incompetencia o nuestra carencia de conocimientos en un tema pueden llevarnos a una falta de capacidad para reconocer lo poco que sabemos y actuar dando nuestras opiniones así como si sentásemos cátedra.

 

EMPECEMOS POR EL PRINCIPIO: ¿QUÉ SON LOS SESGOS COGNITIVOS?

Los sesgos cognitivos son patrones sistemáticos de desviación en el procesamiento de la información, que pueden afectar la percepción, la memoria, el razonamiento y la toma de decisiones de manera consistente y predecible. Estos sesgos son atajos mentales que nuestro cerebro utiliza para simplificar el proceso de procesamiento de información y tomar decisiones rápidas en situaciones complejas o ambiguas. Por defecto, un sesgo cognitivo siempre es un error de pensamiento que las personas cometemos de forma sistemática.

Funcionan como los filtros de redes sociales o las lentes fotográficas. Miramos a través de ellos e interpretamos el mundo que nos rodea, lo que puede llevarnos a distorsiones en nuestra comprensión de la realidad. Estos sesgos entrañan algunos peligros porque influyen en la forma en la que percibimos la información, en cómo la recordamos y cómo la interpretamos, lo que a su vez puede sesgar nuestras decisiones y juicios, emociones u opiniones.

Los sesgos cognitivos pueden surgir de diversas fuentes, como experiencias pasadas, creencias arraigadas, las propias emociones, o incluso simplemente debido a limitaciones inherentes en la capacidad cognitiva humana. Un ejemplo muy común (en el sentido de que a todxs nos afecta muy amenudo) es por ejemplo, el sesgo de confirmación, con el que tendemos a buscar, interpretar y recordar información de manera selectiva para confirmar nuestras propias creencias preexistentes. Otro sería el sesgo de disponibilidad, que nos hace estimar la probabilidad de un evento en función de cuán fácilmente podemos recordar ejemplos relevantes; o la ilusión de control, que nos lleva a sobreestimar nuestra influencia o control sobre los eventos externos.

Pero más allá de qué son los sesgos y cuántos hay (que son mogollón), hoy quiero hablarte en concreto del sesgo de superioridad ilusoria o el Efecto Dunning Kruger.

 

EFECTO DUNNING KRUGER: EN QUÉ CONSISTE Y CÓMO FUE DESCUBIERTO

El efecto Dunning Kruger fue identificado por los psicólogos sociales David Dunning y Justin Kruger en su estudio de 1999 titulado "Unskilled and Unaware of It: How Difficulties in Recognizing One's Own Incompetence Lead to Inflated Self-Assessments" ("Inepto y sin darse cuenta: Cómo las dificultades para reconocer la propia incompetencia conducen a evaluaciones infladas de uno mismo").

En este estudio los investigadores descubrieron la tendencia de algunas personas con habilidades limitadas en ciertas áreas a sobreestimar su propia competencia en esas áreas. Esto se debería a una falta de conciencia sobre su propia incompetencia. En otras palabras y valga la redundancia, la incompetencia puede llevar a una falta de capacidad para reconocer la propia incompetencia.

El experimento realizado por David Dunning y Justin Kruger fue diseñado para investigar cómo las personas evaluaban sus propias habilidades en diferentes áreas, como la gramática, la lógica, la resolución de problemas y el sentido del humor y más o menos, se realizó de la siguiente manera:

  • Selección de los participantes: Se reclutaron participantes de la comunidad universitaria para participar en el estudio. Estos participantes representaban una variedad de antecedentes y niveles de habilidad en las áreas evaluadas.

  • Pruebas de habilidad: Los participantes realizaron una serie de pruebas diseñadas para evaluar su habilidad en las áreas específicas que te mencioné antes.

  • Autoevaluación: Después de completar cada prueba, los participantes fueron solicitados a autoevaluar su desempeño. Se les pidió que calificaran lo bien que pensaban que habían realizado la tarea en comparación con otros participantes.

  • Comparación con el rendimiento real: Los investigadores compararon las calificaciones autoevaluadas de los participantes con sus puntajes reales en las pruebas, y esto les permitió determinar si los participantes sobreestimaban o subestimaban su propia habilidad en relación con su rendimiento real.

  • Análisis de los datos: Los investigadores analizaron los datos recopilados para identificar cualquier patrón o tendencia en la relación entre la autoevaluación y el rendimiento real de los participantes.

¿Qué encontraron?, pues lo que ya te anticipaba al principio del post: que las personas con habilidades limitadas tendían a sobreestimar su propia habilidad en comparación con los participantes más competentes. Los y las participantes menos competentes mostraron una falta de conciencia sobre su incompetencia, lo que llevó a una evaluación inflada de su propia habilidad.



TODAS TENEMOS CUÑADO Y TODOS SOMOS EL CUÑADO DE ALGUIEN

Las investigaciones iniciales de Dunning surgieron de un suceso, algo que le hizo pensar y dar vueltas a la idea de que cuanto menos sabemos de algo, menos capacidad tenemos de saber que no sabemos nada. Te cuento: McArthur Wheeler y y Clifton Earl Johnson tenían un plan sin fisuras: iban a robar dos bancos en Pittsburgh a cara descubierta pero sin que la policía (ni nadie) pudiera identificarlos.
Y así fue… en parte. Ninguno de los ladrones llevaba una máscara ni intentó disfrazarse al perpetrar los robos, y en su lugar, para ocultar su identidad se aplicaron zumo de limón en la cara. Según Wheeler, Johnson (que al parecer era un “cuñao” de tomo y lomo) le había dicho que el zumo de limón haría que uno fuera invisible para las cámaras de seguridad porque funcionaría al igual que lo hace cuando se usa como tinta invisible. ¡Claro que sí! Estos dos grandes cerebros criminales habrían encontrado la única brecha de los sistemas de seguridad de la banca: el ácido cítrico.

¿A que no te entra en la cabeza?¡Cómo puede haber gente tan tonta!, ¿verdad?

Pues ojo que podríamos haber sido tú y yo tranquilamente. La verdad es que este sesgo cognitivo es frecuente y todas las personas lo comentemos en mayor o menor medida así que al loro: Wheeler, al principio, era escéptico con el tema este del limón, así que decidió ponerlo a prueba. Se untó la cara con zumo de limón y se hizo un selfie con una polaroid. Imagínate que tú haces lo mismo. ¿Como crees que te enfocarás, colocarás y apretarás el botoncito de captura con la cara (ojos incluidos) llena de ácido?
Wheeler no apareció en esa foto, pero su error fue atribuir su invisibilidad al zumo de limón y no a que simplemente el selfie fue una mierda pinchá en un palo. Tal vez la película estuviera caducada, la cámara mal ajustada o él más ciego que un murciélago a mediodía al ejecutar el selfie, pero prefirió creer que su cara bonita no aparecía en el encuadre debido a los efectos de invisibilidad del zumo de limón. Y ya la tenemos liada.

Como te comentaba más arriba, este convencimiento por parte de los peculiares ladrones de que el limón les otorgaría invisiblilidad, llamó la anteción de David Dunning, quien llegó a creer que "Si Wheeler era demasiado estúpido para ser un ladrón de bancos, tal vez también era demasiado estúpido para saber que era demasiado estúpido para ser un ladrón de bancos, es decir, su estupidez lo protegía de la conciencia de su propia estupidez". Así que esta curiosa anécdota del zumo de limón inició el programa de investigación que te describí más arriba para determinar si la competencia percibida de una persona podría medirse y compararse con su competencia real. O lo que es lo mismo: ¿lo que crees que sabes de un tema es realmente lo que sabes sobre él?.

 

TWITTER, THREADS Y EL EFECTO DUNNING KRUGER

El efecto Dunning-Kruger y el comportamiento en redes sociales, como Twitter o Threads, están estrechamente relacionados y ofrecen una fascinante ventana a la psicología social contemporánea.

En primer lugar, las redes sociales proporcionan un escenario perfecto para que el sesgo egocéntrico, de superioridad ilusoria o el efecto Dunning-Kruger florezcan. La naturaleza abierta y democrática de estas plataformas permite que personas de diversos antecedentes y niveles de conocimiento participen en discusiones sobre una amplia gama de temas. Aquí es donde entra en juego el efecto Dunning-Kruger: las personas con habilidades limitadas en ciertos temas pueden sentirse cómodas expresando opiniones y argumentando puntos de vista, incluso cuando carecen de un entendimiento profundo del tema en cuestión. Esto puede conducir a una sobreconfianza y una falta de reconocimiento de la propia incompetencia.

Por otro lado, las redes sociales también pueden exacerbar el efecto Dunning-Kruger al proporcionar una plataforma para la validación social y la retroalimentación instantánea. Los likes, retweets y comentarios positivos pueden reforzar la creencia de una persona en su propia competencia, incluso cuando no está respaldada por un conocimiento sólido. Este ciclo de retroalimentación positiva puede aumentar aún más la confianza de las personas en sus habilidades.

Además, el anonimato relativo de las redes sociales puede disminuir las inhibiciones y fomentar una mayor expresión de opiniones, incluso cuando no están respaldadas por hechos o evidencia sólida. Esto puede amplificar el efecto Dunning-Kruger al permitir que las personas se expresen con seguridad sin temor a las consecuencias sociales o el escrutinio.

 

EL ANTÍDOTO: PENSAMIENTO CRÍTICO Y BÚSQUEDA DIFERENTES FUENTES DE INFORMACIÓN

La dificultad para distinguir entre un verdadero experto en un tema y alguien que está emitiendo opiniones sesgadas debido al efecto Dunning-Kruger es una preocupación válida en la era de la información en la que vivimos. Contamos con acceso a una gran cantidad de información rápida e inmediata y la dada la proliferación de plataformas de redes sociales, es cada vez más difícil discernir quién realmente tiene conocimientos sólidos y qué persona está simplemente inflada por su propia incompetencia.
Para protegernos del efecto Dunning-Kruger existe un antídoto simple, que no es más que fomentar un pensamiento crítico y una actitud de búsqueda de fuentes de información variadas y fiables. Hacerlo es más difícil que decirlo, pero ahí van algunos puntos a tener en cuenta que pueden ayudarte en ese proceso:

  1. Verifica las credenciales: Antes de aceptar la autoridad de alguien en un tema, verifica sus credenciales y experiencia en el campo. Busca sus antecedentes educativos, experiencia laboral y contribuciones relevantes al campo.

  2. Examina la evidencia: No te conformes con argumentos superficiales o afirmaciones sin fundamentos. Busca evidencia sólida y respaldada por la investigación para verificar las afirmaciones de alguien sobre un tema en particular.

  3. Considera múltiples perspectivas: No te limites a una sola fuente de información (recuerda el sesgo de confirmación, no dejes que te juegue una mala pasada 😉). Busca múltiples perspectivas y opiniones sobre un tema antes de formarte una opinión. Esto te ayudará a obtener una comprensión más completa y equilibrada del tema.

  4. Desarrolla tu propio conocimiento: Empodérate para educarte y aprender sobre temas importantes por ti mismo, por ti misma. No te conformes con aceptar ciegamente lo que te dicen los demás. Toma la iniciativa de investigar y profundizar en los temas que realmente te interesan.

  5. Confía en expertos reconocidos: Identifica y confía en expertos reconocidos y respetados en los campos relevantes. Estas figuras suelen tener una larga trayectoria de experiencia y contribuciones significativas al campo. Aún así, dudar de la opinión o la información que te da la persona más experta no es malo.

  6. Mantén una actitud de humildad intelectual: Reconoce tus propias limitaciones y la posibilidad de que puedas estar influenciado por sesgos cognitivos, incluido el efecto Dunning-Kruger. Mantén una mente abierta y dispuesta a cuestionar tus propias creencias y suposiciones.

 

Vivimos en un mundo repleto de información en lo que todo pasa rápido y después se queda enterrado bajo más montañas de información, así que necesitamos desarrollar habilidades dormidas, que teníamos y manejábamos antes con más frecuencia cuando no estábamos tan abrumados y desbordadas por la ingente cantidad de datos y opiniones constantemente lanzados al espacio virtual. Tu salud mental depende, y mucho, de qué tipo de información consumes y de cómo lo haces, así que no es ninguna pérdida de tiempo adiestrarte en ser un poco más críticx a la par que abiertx con las opiniones de lxs demás.

 

REFERENCIAS

  • Dunning, D., & Kruger, J. (1999). "Unskilled and Unaware of It: How Difficulties in Recognizing One's Own Incompetence Lead to Inflated Self-Assessments". Journal of Personality and Social Psychology, 77(6), 1121–1134.

  • Stanovich, K. E., & West, R. F. (2008). "On the Relative Independence of Thinking Biases and Cognitive Ability". Journal of Personality and Social Psychology, 94(4), 672–695.

  • Pennycook, G., & Rand, D. G. (2020). "The Implied Truth Effect: Attaching Warnings to a Subset of Fake News Stories Increases Perceived Accuracy of Stories Without Warnings". Management Science, 66(11), 4945–4957.

  • Kahneman, D. (2011). "Pensar rápido, pensar despacio". Debate.

  • Sunstein, C. R., & Vermeule, A. (2009). "Conspiracy Theories: Causes and Cures". Journal of Political Philosophy, 17(2), 202–227.

  • Ramón Nogueras. “Por Qué Creemos En Mierdas”, Kalas Psicología.

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