¿CÓMO INFLUYE LA GESTIÓN EMOCIONAL EN TU VIDA DE PAREJA?
La gestión emocional es un aspecto crucial en todas nuestras relaciones interpersonales, pero quizás no haya un contexto donde su importancia sea tan evidente como en la vida de pareja. En este post, me gustaría abordar con cierta profundidad cómo la manera en la que manejamos nuestras emociones puede tener un impacto significativo en la dinámica y la calidad de nuestra relación de pareja. Desde la comunicación hasta la resolución de conflictos y la intimidad emocional, la gestión emocional juega un papel fundamental en la salud y la felicidad de una relación. Pero, ¿qué significa exactamente gestionar emociones y cómo podemos hacerlo de manera efectiva en el contexto de nuestra vida en pareja?
Antes de adentrarnos en el tema, es importante definir qué entendemos por gestión emocional. En términos simples, se refiere a la capacidad de reconocer, comprender y regular nuestras propias emociones, así como también la habilidad para manejar las emociones de los demás de manera efectiva. Implica ser consciente de nuestras emociones, saber cómo expresarlas de manera adecuada y manejarlas de manera constructiva.
Las emociones son una parte integral de la experiencia humana. Nos proporcionan información sobre lo que nos está ocurriendo y actúan como un sistema de señales que nos motiva a actuar de ciertas maneras para conservar o restaurar nuestro bienestar.
Las relaciones de pareja están inevitablemente marcadas por las emociones. Desde las emociones iniciales típicas de la fase de enamoramiento hasta las complejas interacciones emocionales que surgen a lo largo de una relación de largo recorrido, las emociones juegan un papel central en la dinámica cotidiana de una pareja y tienen un impacto muy palpable en cómo resulta ser su día a día. Por lo tanto, la capacidad de gestionar estas emociones de manera saludable es esencial para el éxito y la felicidad en la vida de pareja.
A veces, en una relación de pareja, las emociones pueden ser particularmente intensas y abrumadoras. Desde las más confortables como la alegría y la gratitud hasta las más incómodas y molestas como los celos, la envidia, la ira o el resentimiento. Cada pareja experimenta una amplia gama de emociones en las interacciones que surgen a lo largo de su viaje juntos. Estas emociones pueden brotar de eventos específicos, como una discusión sobre las finanzas domésticas o un gesto de amor sorpresivo e inesperado, o pueden ser el resultado de tensiones que se han ido manteniendo a lo largo del tiempo y nunca se hablaron, afrontaron o solucionaron. En ocasiones también ejercen su influencia patrones de interacción arraigados que tienen que ver más específicamente con el estilo de apego de cada uno de los miembros de la pareja.
POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE LA GESTIÓN EMOCIONAL EN TU RELACIÓN DE PAREJA
Como te introducía antes, la gestión emocional se refiere a la capacidad de reconocer, entender y manejar nuestras propias emociones, así como la habilidad de responder de manera constructiva a las emociones de nuestra pareja. En el contexto de la vida de pareja, la gestión emocional es fundamental por varias razones:
Fortalece la comunicación:
Uno de los pilares fundamentales de una relación saludable es la comunicación efectiva, y la gestión emocional desempeña un papel clave en este aspecto. Cuando ambos miembros de la pareja son capaces de reconocer y expresar sus emociones de manera clara y respetuosa, se crea un ambiente de intimidad, apertura y comprensión mutua. Por el contrario, la incapacidad para manejar las emociones puede dar lugar a conflictos no resueltos, resentimientos y malentendidos en la relación.Promueve la empatía:
La gestión emocional también nos permite desarrollar una mayor empatía hacia nuestra pareja y crear una conexión emocional más profunda. Cuando somos conscientes de nuestras propias emociones y las de nuestra pareja, podemos ponernos en su lugar y entender o validar mejor sus pensamientos y sentimientos. Esto fortalece el vínculo emocional entre ambos y promueve un sentido de intimidad y cercanía en la relación. Responder de manera compasiva y solidaria es fundamental para desarrollar y fortalecer el vínculo.Facilita la resolución de conflictos:
Todos las relaciones atraviesan por conflictos en algún momento u otro, y la forma en que se gestionan estas situaciones puede determinar el éxito o fracaso de la relación. La gestión emocional nos permite abordar los conflictos de manera constructiva, en lugar de dejarnos llevar por la ira, el sentimiento de culpa o el rencor. Cuando somos capaces de regular nuestras emociones y comunicarnos de manera efectiva, podemos encontrar soluciones satisfactorias y fortalecer la relación en lugar de debilitarla. La autorregulación emocional nos permite esquivar reacciones impulsivas o destructivas y encontrar soluciones que beneficien a ambas partes, lo que se conoce como negociación positiva.Fomenta la intimidad y la conexión: La capacidad de compartir nuestras emociones más profundas con nuestra pareja y sentirnos segurxs al hacerlo es esencial para construir una conexión emocional sólida. La gestión emocional nos ayuda a crear un espacio seguro donde ambos miembros de la pareja puedan abrirse y ser vulnerables el uno con el otro. Esta es la definición más sencilla y práctica que se me ocurre para explicar lo que es la intimidad.
HISTORIAS DE PAREJAS: EJEMPLOS DE GESTIÓN EMOCIONAL DE MI PRÁCTICA CLÍNICA.
Para ilustrar la importancia de la gestión emocional en la vida de pareja, quiero compartir contigo algunas historias reales de parejas que han enfrentado desafíos emocionales y han aprendido a gestionarlos de manera efectiva conmigo en terapia. Voy a usar nombres ficticios, pero los casos son reales.
Historia 1: Juan y María
Juan y María han estado juntos durante dos años y recientemente se han ido a vivir juntos. Últimamente han estado discutiendo constantemente sobre el tema de la distribución de tareas domésticas. Juan siente que está haciendo la mayor parte del trabajo, mientras que María se siente resentida porque cree que no se valora su contribución.
Después de una serie de discusiones acaloradas, Juan y María deciden sentarse y hablar sobre sus sentimientos de manera calmada y abierta. Juan expresa su frustración por sentir que está asumiendo una carga desproporcionada, mientras que María comparte su sentimiento de desmotivación y desánimo por no recibir reconocimiento por su trabajo en casa.
Al reconocer y validar los sentimientos del otro, Juan y María logran encontrar un compromiso que satisface a ambos. Deciden preguntarse por qué tareas les cuesta menos hacer o cuáles son aquellas con las que realmente disfrutan, para así elaborar un horario de tareas equitativo, reforzante y establecer un ritual diario de apreciación mutua para expresar gratitud por el esfuerzo que cada uno realiza («Me da mucho confort meterme en una cama hecha», «Me relaja ver el dormitorio tan recogido», «gracias por preparar el desayuno» o «Estas croquetas están de fábula, cariño»)
Esta historia ilustra cómo la gestión emocional permitió a esta pareja superar un conflicto aparentemente complicado, fortalecer su relación en el proceso y redefinir las bases la relación en un momento importante para cualquier pareja: el inicio de la convivencia.
Historia 2: David y Laura
David y Laura llevan casados quince años y recientemente han experimentado una crisis en su relación. Laura ha estado sintiendo que David no está emocionalmente presente y se ha vuelto distante en los últimos meses. Por otro lado, David se siente abrumado por el estrés en el trabajo y ha estado lidiando con sentimientos de ansiedad y frustración mediante la práctica de ejercicio y la vida social con personas que Laura no conoce. Laura comenzó a experimentar tristeza y apatía y sentía que se estaba volviendo invisible a los ojos de David hasta el punto de plantearse si no sería ese el final de la relación.
En terapia esta pareja dejó de ocultar e ignorar sus sentimientos. También eligieron evitar culparse mutuamente, David y Laura comenzaron a abordar el problema juntos. Se sientan y tienen una conversación sincera sobre cómo se están sintiendo y cómo pueden apoyarse mutuamente durante este momento difícil. Al practicar la escucha activa y la empatía, David y Laura encuentran formas de ayudarse, gestionar su estrés y reconectar emocionalmente. Implementan rutinas de cuidado personal y pasan más tiempo juntos haciendo actividades que disfrutan, lo que les permite fortalecer su vínculo y recuperar la intimidad perdida.
Este caso demuestra cómo la gestión emocional puede ayudar a una pareja de largo recorrido a atravesar tiempos difíciles y fortalecer su relación en lugar de debilitarla.
¿TIENES PROBLEMAS A LA HORA DE ABORDAR LA GESTIÓN EMOCIONAL EN TU VIDA DE PAREJA?
AHÍ VAN UNAS CUANTAS RECOMENDACIONES
Ahora que hemos explorado la importancia de la gestión emocional en la vida de pareja, es importante considerar cómo podemos mejorar nuestras habilidades en este aspecto para fortalecer nuestra relación. Puede que te estés preguntando qué cosas reales y efectivas puedes hacer ya mismo para mejorar en este aspecto, ¿sí?, pues venga, vamos al lío y te dejo planteadas muy brevemente algunas directrices para que empieces a cambiar algunas de las cosas que haces:
Practica la autoconciencia: Tómate el tiempo para reflexionar sobre tus propias emociones y cómo te afectan. Reconoce tus patrones emocionales y cómo influyen en tu comportamiento en la relación. Ejercicios como la Conciencia Emocional Plena, te van a ayudar muchísimo en este sentido.
Comunica tus emociones de manera clara y respetuosa: Expresa tus sentimientos de manera honesta y abierta, pero también asegúrate de hacerlo de una manera que sea respetuosa hacia tu pareja. Todo esto hace alusión a una habilidad social básica: la asertividad. Intenta eliminar de tu repertorio conductas agresivas, pasivas o agresivo-pasivas y céntrate en un estilo de comunicación asertivo en el que puedas. hacer peticiones, negarte a cosas, expresar tus opiniones o malestar y hacer y recibir críticas con fórmulas respetuosas hacia tus propias necesidades y las de tu pareja.
Escucha activamente: Presta atención a las emociones de tu pareja y haz un esfuerzo por entender su perspectiva. Practica la empatía y la comprensión hacia sus sentimientos. No se trata de escuchar para responder, se trata de escuchar para entender. Tu pareja no siempre necesita una solución, solo un lugar seguro en la que sentirse escuchada sin juicios.
Aprende a manejar el estrés: El estrés puede tener un gran impacto en nuestras emociones y en nuestra capacidad para gestionarlas de manera efectiva. Encuentra formas saludables de manejar el estrés, como la meditación, el ejercicio o ir a terapia si lo necesitas.
… Y en ese sentido y para terminar, busca ayuda si es preciso: No tienes por qué atravesar las dificultades en soledad. Si sientes que estás luchando por manejar tus emociones o que están causando problemas en tu relación, considera buscar ayuda de unx profesional de la salud mental expertx en Terapia Integral de Pareja. A veces, contar con el apoyo de una persona cualificada externa a la relación puede marcar la diferencia en la salud y el bienestar de tu vida de pareja.
ADEMÁS…
Este tipo de problemas no se abordan únicamente a través de la Terapia de Pareja. Se ha comprobado que si cada uno de los miembros a título personal, pasa por un programa de gestión emocional y comunicación asertiva, esto tiene una repercusión importante en su vida en común y un impacto muy positivo en todas las cuestiones abordadas en el post, así que si estás en esta situación te invito a echar un vistazo a «VAS A ESTAR BIEN» un curso online de gestión emocional que te ayudará a comprender y acompañar mejor tus emociones y las de la persona a la que más quieres
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
Gottman, J. M., & Silver, N. (2015). Siete reglas de oro para vivir en pareja. Debolsillo.
Goleman, D. (1995). Inteligencia Emocional. Kairós.
Greenberg, L. S., & Johnson, S. M. (1988). Emotionally focused therapy for couples. Guilford Press.
