Tipos de duelo por ruptura de pareja
En mis dos entradas anteriores te di algunos consejos para sobrevivir a una ruptura y expliqué las diferentes fases que se suceden en el duelo por ruptura de la pareja. Hoy, quiero hablarte de los diferentes tipos de duelo que se pueden presentar cuando reaprendemos a vivir la vida sin nuestra pareja .
Antes de empezar, me gustaría aclarar que cuando hablO de clasificaciones o tipologías, me estoy refiriendo a duelos disfuncionales y no a duelos sanos y funcionales, aquellos que atraviesan por todas sus fases, que fluyen con normalidad y que concluyen en la aceptación de la pérdida. En este post, quiero hablar de todo tipo de duelos en genrrañ, pero hare una mención especial a los duelos por separación o ruptura sentimental. Para terminar te ofrezco una serie de pautas a seguir para salir del bloqueo que supone un duelo disfuncional, basándome siempre tanto en fundamentos científicos como en mi experiencia profesional.
Dicho todo esto, comienzo diciendo que el duelo no es algo patológico, aunque puede llegar a ser disfuncional si su elaboración no es correcta. Dentro de la literatura cientíciva, diferentes autorxs han propuesto diversas tipologías de duelo, pero se carece de una clasificación universal y aceptada por toda la comunidad científica. Entre otros podemos destacar los siguientes tipos de duelo:
DUELO RETARDADO: Tiene las características típicas del duelo normal, pero no suele iniciarse tras la pérdida, sino trascurrido un tiempo. Generalmente entre 2-3 semanas y, en ocasiones, varios meses.
DUELO AUSENTE: No aparece la reacción emocional y el presunto doliente actúa como si no hubiera ocurrido nada.
DUELO COMPLICADO: Consistente en síntomas o conductas de riesgo dentro de un contexto de pérdida que se mantienen en el tiempo y tienen una intensidad que puede resultar perniciosa para la salud .
DUELO CRÓNICO: Se instala en la fase más aguda del duelo y muestra durante años síntomas ansiosos, depresivos y una preocupación continua y obsesiva por la figura de la persona ausente. En realidad, puede ser una forma patológica de duelo complicado.
DUELO INHIBIDO: Consiste en la incapacidad para expresar claramente el dolor por lapérdida debido a limitaciones personales o sociales. Suele acompañarse de retraimiento, dedicación obsesiva a la atención a terceros, etc.
DUELO DESAUTORIZADO: Se produce cuando el entorno que nos rodea no acepta el duelo. Es el caso, por ejemplo, de los viudos y viudas mayores a los que la familia, transcurridos unos meses del fallecimiento del cónyuge, reprocha que sigan tristes “porque la muerte de una persona mayor es algo normal”. A veces hay muy poca validación en el entorno y se menosprecian los sentimientos del doliente indicándole que no hay motivo para sentirse así. Se puede observar en casos en los que una persona pierde a otra tras una larga enfermedad (“no puedes seguir así, si ya está descansando, pobrecito/a”) o cuando una pareja se ha separado por una infidelidad (“eres tonto/a por estar así después delo que te ha hecho”). También ocurre si ha habido relaciones muy conflictivas o incluso de maltrato que han salido a la luz. Muchas veces, equivocadamente, el entorno envía mensajes de que lo único que puedes sentir es alivio, no ponerte triste ni echar de menos. Esto es algo que todxs deberíamos revisar en nuestra actitud a la hora de acompañar en el duelo de otra persona.
Resumidamente, todos estos tipos de duelo, en mi opinión, encajan tanto para fallecimiento como para cualquier otro tipo de pérdida, también para las separaciones y rupturas de pareja, pero voy a dejar aquí otra clase de tipología. Se trata de una propuesta específicamente elaborada para hablar de duelo por ruptura de pareja.
Propuesta de clasificación de duelos por ruptura de pareja
EL DUELO SANO
Sería todo proceso de duelo que, independientemente de las fases que incluya o la duración de éstas, sigue su curso y conduce a la aceptación de la pérdida. La persona no se queda estancada en ninguna fase, y si permanece en alguna un tiempo mayor, suele ser porque necesita procesar más aspectos que tienen que ver con las emociones de esa fase. No se puede considerar disfuncional el duelo de una persona que está meses triste y que siente mucho dolor emocional si examinando sus circunstancias vemos que son complicadas: su pareja la dejó por sorpresa, tenían una relación estupenda y además se estaba muy enamorado/a de esa persona, o se la consideraba “la pareja ideal”, estaban planificando tener hijos, etc. Tampoco se podrá considerar disfuncional un duelo donde la emoción que prevalezca durante mucho tiempo sea la ira o el rencor, si la relación ha finalizado sumida en un océano de mentiras e infidelidades, o cuando la otra persona ya tenía todo previsto y atado para salir favorecida tanto económica como personalmente, cuando actuó sin tener al otro en cuenta.
Lo que nos va a ayudar a conocer si una persona se está estancando o no en alguna fase, no es tanto el tiempo, sino las circunstancias y características específicas de esa persona, y como está procesando esas emociones (qué se dice, si son siempre las mismas cosas, si ha entrado en círculos viciosos, si los pensamientos son obsesivos, autodestructivos o distorsionados, si empieza a elaborar soluciones, si tiene alguna perspectiva más positiva de su futuro, etc.).
2. EL DUELO RETRASADO
En realidad se trata de una fase previa a un duelo sano, lo que ocurre es que se tarda más en empezar a hacerlo, y si este periodo es demasiado largo, encajaría más con un duelo ausente, ya que lo que está ocurriendo es que ni siquiera ha dado comienzo el proceso de asimilación de lo ocurrido.
Hay que tener en cuenta que existen casos en los que tras la separación el duelo no es visible, pero esto sucede porque ya se ha elaborado antes de romper la relación. Todo estaba tan deteriorado ya y la ruptura se dilató tanto en el tiempo que tal vez, esa persona, ha asimilado ciertas cosas, por las que una vez que se produce la separación, ya no tiene que volver a transitar.
3. EL DUELO AUSENTE
Sucede cuando la persona que es abandonada, por miedo al dolor, por dudas, se niega a vivir su duelo ya sea de forma consciente y voluntaria o de manera totalmente inconsciente. Observamos que sigue con su vida como si nada hubiera pasado. No aparecen las emociones propias del duelo y, si lo hacen, se intentan justificar con razones peregrinas, o simplemente se evitan con todo tipo de mecanismos distractores que alivien esa emoción. Hace caso omiso de muchas somatizaciones que aparecen, y se limita a intentar seguir hacia delante sin pensar demasiado en el tema.
4 EL DUELO CRÓNICO O CONFLICTIVO
La persona se estanca indefinidamente en alguna de las fases o algunas de las emociones del duelo, y es incapaz de avanzar, bien porque no puede (debido a esas emociones tan intensas y a sus consecuencias), o bien, porque de alguna forma no le interesa o le está aportando algo.
Hay algunas personas que se anclan en el dolor y la tristeza, padeciendo depresiones de diferente intensidad que cursan con ansiedad y angustia. En otros casos, se han estancado en la ira y el rencor, que a partir de ahora se convertirán en el motor y la justificación para todo o casi todo. Son personas que constantemente se ven como eternas víctimas de su ex pareja, pero la realidad en que en ocasiones terminan por convertirse a la vez en verdugos.
5. EL DUELO INHIBIDO O DUELO NO CONCLUÍDO
Hay muchas personas, que no podrían incluirse en las otras tipologías porque su duelo tiene unas características diferentes. No son personas que lo retrasen y no es que no transiten por el duelo, sino que no hacen el proceso como es necesario para elaborar la pérdida o si lo hacen, no lo finalizan.
Puede parecerse al duelo retrasado o al ausente, pero para mí tiene otros matices. Por ejemplo pueden haber empezado a asimilarlo y sin embargo precipitar la aceptación, auto-obligándose a estar bien. Han hecho parte, pero no es un duelo bien hecho. Aquí estarían también todas esas personas, que aunque están procesando el dolor, se precipitan a nueva relación o bien como escape/evitación de ese malestar o bien porque creen que una nueva ilusión cerrará la herida.
Las consecuencias de no terminar adecuadamente el proceso de duelo son muchas, pero en general se puede decir que en estos casosla persona no ha tenido tiempo de procesar bien el dolor por la pérdida y esas emociones que no han salido a la luz, interferirán y aparecerán de diferentes formas, ya sea como altibajos repetitivos y cíclicos, o dificultando futuras relaciones (el vínculo, la confianza, la seguridad, etc.).
5 recomendaciones muy útiles para comenzar un proceso de duelo
No existe un único y valido recorrido para sobrellevar un duelo. Estas recomendaciones están basadas en mi experiencia profesional con personas que por una razón u otra tuvieron problemas para elaborar el suyo y se quedaron bloqueadas. Cada duelo es diferente, como cada uno de nosotros y si tú estás leyendo esto porque crees queno estás llevando bien el tuyo, solo quiero decirte que no te compares con nadie, que atiendas a tus propias circunstancias y que seas paciente.
Eso sí, existen una serie de pautas que seguramente te van a ayudar a centrarte más en ti misma, en ti mismo y te van a hacer las cosas un poco más fáciles. Te las enumero a continuación:
ABSTINENCIA DE LA EXPAREJA: es, sin ninguna duda el primer consejo o “norma” que doy a mis pacientes. Si la relación continúa o no en otros términos, es algo que ya se verá más adelante. Elininar todo tipo de contacto, sobre todo en las primeras fases del duelo va a ser crucial. Hacerlo te permitirá iniciar el duelo y que se desarrolle más rápido y tal vez con menor intensidad de las emociones complicadas.
LAS COSAS EN COMÚN: como papeleos, propiedades comunes o incluso la custodia de los hijos, van a dificultar enormemente seguir a rajatabla la norma de la abstinencia, pero lo que sí puedes hacer es reducir los contactos a lo mínimo necesario de tal manera que ese malestar, aunque es inevitable, te moleste lo menos posible y lo puedas llevar mejor. Puedes explicar a tu expareja que durante un tiempo necesitas el mínimo contacto y que para todo lo que no sea extrictamente necesario, hay gestiones que se pueden realizar por medio de amigos, familiares o profesionales. Si hablar por teléfono también te lastima, estás en tu derecho de explorar otras vías de comunicación menos personales como el email, por ejemplo.
CUIDA LA INFORMACIÓN QUE TE LLEGA POR REDES SOCIALES: porque hoy en día es casi imposible bloquear del todo la información sobre la vida de la otra persona. Aunque no la busques, te llega, y esto es algo que debes cuidar. Puedes advertir tanto a tus familiares como amigos en común de que por un tiempo, necesitas silencio sobre este tema. Si aún así se presenta esa información, siempre puedes coger el mando y cambiar de canal o dedicar tu ocio a otras actividades que sean placenteras para ti y quieras recuperar como la lectura, el ejercicio, algún tipo de formación, etc.
TIEMPO PARA TI Y SOLO PARA TI: Es normal que a veces la expareja se sienta culpable y que para sentirse mejor esté todo el rato detrás de ti. Marca una distancia porque esto te puede hacer mucho más mal que bien y prolongar el inicio de tu duelo hasta el infinito y más allá. Explica tu necesidad de estar tranquila, sosegado y que más adelante, cuando estés mejor, tú misma/o harás el acercamiento (si te apetece). Pueden surgir sentimientos de culpabilidad en este momento. No debes hacer nada con ellos pues son totalmente humanos y comprensibles. Simplemente sé consciente de tu derecho a tener paz mental e imponer determinados límites para conseguirla.
NO DILATES LOS PROCESOS: Haz todo cuanto tengas que hacer para que la separación sea efectiva cuanto antes te sea posible, tanto si eres tu la que o el que deja como si eres la persona abandonada. No pospongas, pero tampoco te precipites. Es decir, no vayas a cometer errores por querer hacerlo todo a la velocidad de la luz, y aquí se muy bien de lo que hablo porque a mi me ocurrió. Viví mi proceso de divorcio con tanta ansia de velocidad que dejé todo lo material y económico que aporté a la pareja y me quedé con todas las deudas. En ese momento me pareció una idea estupenda, pero créeme, no lo fue tanto.
Evalúa si alguna de tus acciones es realmente tan urgente y no pongas la carreta por delante de los bueyes. Sin pausa, pero tampoco con prisas excesivas.
“No hay nada de lo que avergonzarse en una ruptura de pareja, tanto si eres tú quien deja como si eres la o el abandonado. Lo más importante es intentar hacer las cosas bien y vivir tu duelo con normalidad, a tu manera, sin prisas, escuchándote y respetando tus tiempos.”