COVID-19: Un virus que genera mucha angustia

Estoy segura de que ya has leído alguna información en la que se afirma que tanto a nivel mundial como en el caso de nuestro país, España, ha habido un repunte de los problemas psicologicos que tienen que ver con la ansiedad y la depresión. El miedo a contagiarse, la incertidumbre de no saber cuándo terminará esta situación y la falta de información por parte de las autoridades, son algunas de las emociones que gran parte de la población llevan meses experimentando. Evidentemente, cuando se mantienen por tiempo prolongado este tipo de preocupaciones, pueden aparecer trastornos de ansiedad generalizada e incluso depresión.

Según datos oficiales, los niveles de ansiedad y de afectación anímica han pasado de estar alrededor de un 8% a situarse en niveles de entre un 40 y un 60%. El cuadro más común provocado por la crisis sanitaria y económica derivada de la Covid-19 es el de una ansiedad inespecífica o generalizada que se manifiesta mediante inquietud, miedo e inseguridad.

Además del miedo al virus en sí mismo, estamos comenzando a desarrollar una angustia hacia otros aspectos de la vida, tales como: la incertidumbre sobre cuál será nuestra situación laboral en el medio o largo plazo, el hecho de haberse quedado en paro y no saber cuando se volverá a trabajar, la ilusión que se va perdiendo con el paso de los días de poder pasar una Navidad al abrigo de la famila, el desconocimiento de si nuestros seres queridos podrán mantenerse seguros y a salvo…


Todas estas tensiones acumuladas pueden desembocar en conductas poco recomendables para el bienestar personal, así que en este post quiero darte unas pautas muy simples que te ayudarán a mantenerte serena, tranquilo y estable durante todo el tiempo que duren los confinamientos y restricciones derivados de la pandemia.

  1. ACEPTAR: Que es algo muy diferente a resignarse. Aceptar significa observar la situación tal y como es, no como tu mente te dice que es. Se trata de buscar información de calidad y en cantidades suficientes para mantenerse informada, prevenido, y actuar cíviva y responsablemente, orientándote siempre a (o sin perder el contacto con) las cosas que son de vital importancia para ti. Piensa que los seres humanos tenemos una gran capacidad de adaptación al medio y que a lo largo de nuestra historia hemos ido superando situaciones de crisis muy graves, esta no va a ser la excepción. Acepta y actua en consecuencia.

  2. ENTIENDE QUE NADA ES PARA SIEMPRE: Es decir, que aunque la crisis del COVID-19 esté durando mucho y todos estemos cansados, esto no significa que vaya a durar para siempre. Al final todos recuperaremos nuestras vidas y es solo cuestión de tiempo. La pandemia es una situación excepcional que tendrá un fin.

  3. RELATIVIZAR LOS PENSAMIENTOS: Es inevitable tener pensamientos molestos debido a los tiempos que estamos viviendo. El trabajo de nuestras mentes es pensar y lo van a hacer constantemente, queramos nosotros o no. Dentro de estos pensamientos es muy, pero que muy normal, que haya un aumento de elementos que consideramos dolorosos, molestos o “negativos”. Es muy importante que trabajes con ellos no intentando controlarlos, o rechazarlos, o evitarlos, sino observándolos como lo que son: simples pensamientos que ahora aparecen más debido a la situación. Trabaja con tu psicologx esta rutina de observar y dejar ir con técnicas de meditación o mindfulness. Funcionan.

  4. VIVE EN EL PRESENTE: Normalmente no tiene mucho sentido proyectarse en el futuro o regodearse en el pasado durante demasiado tiempo, pero en estos tiempos que estamos viviendo, todavía lo tiene menos. Ve día a día, poco a poco, no te intentes adelantar a cómo va a ser todo dentro de un año, ni te lamentes por lo que has perdido en los últimos 12 meses. Lo pasado no puede cambiarse y lo futuro aún no existe; lo que si puedes tener por cierto es lo que está pasando aquí y ahora. La realidad está en un cambio constante y ahí es donde ocurre la vida. A veces lo que pasa no es agradable, genera confusión y malestar, pero es importante aceptar que lo que ocurre es y será así durante un tiempo y que más allá de adaptarnos y esperar poco más sepuede hacer. Hay que aprender a vivir con cierta incertidumbre, y sobre todo, ser felices con lo que nos ofrece el día a día.

  5. ACTÍVATE A TODOS LOS NIVELES: No solo en el cognitivo meditando o aprendiendo a relacionarte de una forma más flexible y menos dañina con tus eventos internos; también el plano físico es importante para la salud física y el control mental. Tanto en el ocio o el trabajo, busca introducir en tus rutinas actividades que te conecten con tus valores vitales. Son todas esas cosas que te hacen sentir que tu vida merece la pena y es valiosa.

  6. CUIDA TUS RELACIONES: Esto es tan importante siempre! Necesitamos el afecto de los demás para vivir bien. También necesitamos mostrar afecto por los otros. En estas circunstancias sé que es difícil mantenernos alejados de seres muy queridos, pero podemos suplir las relaciones presenciales por las virtuales que sí tal vez resten un poco de calidez, pero mantienen la llama encendida. Saber que hay alguien ahí que se preocupa por tu bienestar y poder demostrar a quien quieres que tú también permaneces en la medida de lo posible a su lado, tiene un valor incalculable. Tal vez eso sea realmente lo que nos ha hecho adaptarnos y sobrevivir a todas las crisis anteriores que como especie hemos vivido.

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