Sobrevivir a una ruptura

La recuerdo muy bien. Fue mi primera ruptura. No ha habido otra igual.⁠⠀
⁠Todo lo que pudimos hacer mal lo hicimos, y no tengo ni idea de si él aprendió algo de aquello, pero yo juré no volver a pasar jamás por lo mismo.⁠⠀

Romper con el amor de tu vida a los 21 años puede ser una tragedia que deje lo de Calisto y Melibea en mantillo: El mundo se acaba, crees que nunca jamás volverás a amar a alguien así, el ocio y los amigos pierden interés, no quieres estudiar, ni trabajar, ni respirar porque hasta eso te duele.⁠⠀
⁠Duele más, un océano más, que te dejen obligándote a ti a ser la que deja, cuando te cocinan a fuego lento, cuando estás buceando y te quedas sin aire, cuando te van dando una cuerda y luego te dicen que eres tú el ahorcado. Duele infinitamente más así y te quedas tan tocada en tu autoestima que no sabes qué hacer, qué pasó o cómo mejorar. Crees que vales un mojón y que serás una desgraciada toda la vida porque no te va a querer ni Perry y, si tienes la suerte de que alguien lo haga, piensas que ya no tienes nada que ofrecer, que no vas a poder corresponder con la misma intensidad.⁠⠀

1994 fue mi annus horribilis particular en cuanto a rupturas se refiere, pero a pesar de mi juventud aprendí bien que una no debe estar con quien no ama ni medio minuto más del necesario. Que no se debe esperar a que la otra persona se canse, se aburra o se pudra de pena por dentro, sino ser valiente y hablar de tus sentimientos. Aprendí a no hacer putadas, a no joderle la vida a nadie y a seguir con mi vida contando las mentiras y verdades justas. Y por supuesto, aprendí también a superar las rupturas a lo bestia, sí. Estuve muy jodida durante un año entero, pero con una sola vez me bastó.⁠⠀
⁠⠀
En este postquiero contarte algunas cosas sobre este tema, desde la psicología claro está, pero también desde lo personal. Si lo estás pasando mal por una ruptura, respira y ten paciencia porque te prometo que ese dolor, cesará.⁠⠀

Rupturas.png

Sobrevivir a una ruptura nunca es fácil, pero siempre se sale del hoyo. Siempre.⁠
⁠Creo que el sufrimiento se lleva mejor cuando somos capaces de entender que hasta del dolor se pueden aprender cosas interesantes. Sufrir se convierte así en un mal menor, un desierto por el que hay que caminar para llegar al Oasis.⁠
Cuando yo pasé por aquella terrible ruptura, mi cuerpo sobrevivió por si mismo a pesar de que lo castigaba con muchas horas de insomnio y falta de comida, pero mi mente, mi alma o como se quiera llamar a lo que uno lleva por dentro, agonizó durante todo un año.⁠ Tuve un duelo intenso, me constó reaccionar, por eso, si tú estás pasando por una situación parecida, me gustaría contarte qué fue lo que hice por si a ti te sirve de algo.

HÁBLALO CON ALGUIEN. Siéntete acompañada por esa amistad del alma que no juzga, simplemente escucha y apoya. Yo tuve a mis mejores amigas soportándome en el más amplio sentido de la palabra, y no me fallaron ni una sola vez.

RECUPERA TUS VALORES. Los más esenciales, esas cosas que explican por qué estás en el mundo y sigues respirando. Los valores no tienen que ser cosas extraordinarias, generalmente son las más simples y cotidianas. Reencuéntrate con ellos y cultívalos.

HAZ EJERCICIO. «Moverse» es beneficioso para tu salud mental. Si hacer ejercicio no es una de tus prioridades, este es el momento de que lo vayas introduciendo en tu vida. Si ya está en tus rutinas, apóyate mucho en las sensaciones que te proporciona.

BUSCA UN TIEMPO SÓLO PARA TI. Da igual si son unas largas vacaciones o esa media hora que empleas cada noche para desmaquillarte y darte un masaje. Empieza a ser consciente de que tienes unas necesidades que es preciso que solo tú cubras.

CUIDA DE TU CUERPO. En el sentido más integral que te puedas imaginar. Duerme bien, aliméntate, ve al médico o al psicólogo si lo necesitas. No te dejes por favor.

SE PACIENTE. Date tiempo para recuperarte, no tienes ninguna prisa. No te apresures a meterte en otras relaciones, a recuperar sensaciones que tal vez ahora no necesites. Ve despacio y con buen paso. Recuperarse es una cuestión de tiempo.

 

En mi próximo post te contaré más cosas sobre el duelo por separación o disolución de la pareja y de cómo es recomendable vivirlo desde el enfoque de las terapias que practico en mi consulta: las de tercera generación.
Si te ha gustado esta información, comenta o comparte. Te estaré por siempre agradecida ❤︎

Anterior
Anterior

Fases en el duelo por ruptura de la pareja

Siguiente
Siguiente

Ser resiliente es aprender a vivir con la incertidumbre